Ahora va en su bici "revolucionaria" pero escuchando mp3 y mandando mensajes desde su propio celular (ahora que dedu tiene uno nuevo, quedó para él). Sin embargo, el hippie no entiende nada de propiedad privada y dice que él "no tiene celular" (mp3 tampoco, porque ese me lo saca a mí). Pero el cambio va más allá: ahora es puestero de la feria, donde ofrece todo el merchandising de sus monstruos, que incluyen almanaques ("obranaques", siempre con un nombre hippie), pins y justo ahora que empieza el frío, bufandas! Se ve que algo sabe del comportamiento del mercado. Ah..! Y se lleva un 200% de ganancia por cada bufanda!